BONA NIT:
Avui tradueixo aquesta historieta escrita per Joaquim Muntanyola, en la revista Patufet del mes juliol any 1970.
PAU I BÉ.
Desde Valencia amb carinyo
BUENAS NOCHES:
Hoy traduzco esta historieta escrita por Joaquin Muntañola, en la revista Patufet del mes de Julio del año 1970.
LOS REFRESCOS
Oriol estaba tumbado en la arena, mientras su madre le iba diciendo:
-¡Te pelarás! ¡Con este sol te pelarás toda la espalda, acuérdate del año pasado.
Oriol no se acordaba que el año pasado, la primera vez que fue a la playa, se quedó como un langostino y pasó dos noches como si estuviera en las Calderas de Pedro Botero.
Y no se acordaba porque estaba muy interesado en el que pasaba bajo un enorme parasol que había cerca del pequeño parasol donde se escondía su padre, que no se había quitado los pantalones y dormía tan tranquilo, emitiendo unos ruidos que hacían la competencia a las sirenas de las embarcaciones que cargaban y descargaban turistas de ubn lado a otro de la Costa Brava. La madre de Oriol, con un traje de baño, que se le había quedado grande, estaba sentada en la arena, al lado del "roncador" y no se cansaba de repetir:-¡Te pelarás! ¡Ven a la sombra un rato!
A su hermana Pili, que estaba a pleno sol como el, su madre no le decía nada.Y no es que le diera igual que se pelara o no, lo que pasa en que la Pili cada dos por tres, se embadurnaba con una pasta blanca que le daba el aspecto de aquellos helados cubiertos de nata que se tomaban en el Bar "Del Cisne". De esta manera la Pili podría presumir de bronceado al día siguiente en la oficina y su madre estaría toda orgullosa..
Hemos dicho que Oriol estaba pendiente de la escena que se desarrollaba en el parasol de al lado.
El pequeño chiquillo del sur intentaba de entenderse con un voluminoso turista, propietario del grueso parasol y de la gruesa familia, constituida por una gruesa esposa, dos gruesas hijas rubias y un chiquillo gordo y rubio como un hilo de oro.
El chiquillo del sur, poco rato antes, había pasado cerca de la familia de Oriol. La señora le había preguntado cuánto valían las botellas.El chiquillo, muy chiquillo, tomándolos por extranjeros, había enseñado un cartoncito donde se leía el número veinte .La madre de Oriol pensó que veinte pesetas eran demasiadas, y Oriol se había quedado sin refrescar.
Ahora, Oriol veía que el grueso turista pedía cinco botellas abriendo los dedos de una mano.El chiquillo del sur, tostado por el sol, y no precisamente por el de la Costa Brava, le fue destapando las botellas una tras otra. Oriol, tumbado en la arena, vió como el chiquillo enseñaba el cartoncito y como el grueso turista, dándole una moneda le hacía el gesto de que se fuera.
El chiquillo pasó otra vez al lado de Oriol, llevando aún la moneda dentro de su puño.
-Que t´ha donat?
-¿Cómo?.
-¿Qué, qué te ha dado este señor?
-Cinco duros.
Y abriendo la manita ennegrecida, y no sólo por los efectos del sol, la mostró.
Oriol dijo:
-Ya me lo pensaba.¡Te ha engañado! ¿Es qué no sabes contar?
-No yo le doy las perras luego a mi cuñao, y...
Oriol cogió la mano del chiquillo y lo llevó otra vez al parasol donde la gruesa familia se había terminado ya los cinco refrescos y se habían quedado tan frescos.
Oriol intentó hacerse entender como podía...pero no podía. El turista era muy extranjero y hablaba el extranjero muy cerrado. Además de hacerse el extranjero, hacía el efecto que se hacía el ignorante.
Oriol iba explicándose.
-¿Ud. cree que cinco botellas pueden valer un duro cada una?.
El hombre le hacía con la mano que se fuera y que no le molestara más.
Oriol no se salía, y por primera vez se indignaba con esto de que los hombres no hablaran todos la misma lengua.
-Además de la lengua que hablamos con nuestros padres, cuando llegamos a este mundo, habría de haber otra para todo el mundo-decía Oriol mientras, cogido de la mano del chico del sur, veía como los importantes y gruesos turistas plegaban el parasol, los colchones de goma, las sillas plegables, las bolsas llenas de potingues, las gruesas toallas, las gafas de sol, las tapanarices, y las raquetas de "badmington" con las cuales el niño y las chicas habían hecho la murga a todos los del alrededor, y se iban hacía el Hotel Playa Azul.
Una hora más tarde, Oriol con el chico del sur se presentaba al Playa Azul, dispuesto a cobrar las setenta y cinco pesetas que los gruesos turistas habían intentado escamotear al chico que no sabía contar.
Y esta vez el grueso señor rubio lo entendió enseguida, porque Oriol había convencido a un guardia civil para que lo acompañara.
PAZ Y BIEN
Desde Valencia con cariño, Montserrat Llagostera Vilaró
Si queréis ver mi otro blog de fotografías clicad http://lamiradadeunarosadeabril.blogspot.com
Estuvo vivaracho y perspicaz Oriol.
ResponderEliminarUn gran cuento de solidaridad y de situaciones que pasaban no hace mucho tiempo.
Abraços i Petonets.
Gracias Pedro Luis por tu visita.
EliminarSi per fíjate ya han pasado más de 40 años, desde que se escribió, las páginas ya están amarillas.
Besos, Montserrat
Vaya...en nuestros días de hoy hacen falta muchos Orioles que nos defiendan y liberen de toda clase de estafa, que las hay y muchas, buen muchacho Oriol, me ha gustado la historia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ambar
Hola Ambar.
EliminarTienes mucha razón y estafadores los hay hasta en las altas esferas.
Muchas gracias por tu visita.
Un beso, Montserrat
Muy adecuada a los tiempos que corren.
ResponderEliminarHola Luis.
ResponderEliminarEs cierto.
Un abrazo, Montserrat
Caram , es veu que d'estafadors n'hi ha hagut sempre, però aquest m'ha fet molta rabia, mira que aprofitar-se del pobre nen! Sort de l'Oriol...I és que el Patufet, a més d'entretenir-nos ens donava unes bones lliçons de com havíem de comportar-nos...
ResponderEliminarPetonets de dissabte, Montserrat.
Hola M.Roser.
EliminarSi jo en tinc cinc volums de Patufets encuadernats.
Desde l´any 1969 a 1973.
Una abraçada, Montserrat
Oriol se portó bien, a pesar de que se quedó sin refresco.
ResponderEliminarUn Saludo Amiga Montse, de manolo
Gracias Manolo.Encantada por tu visita.
EliminarUn beso, Montserrat
Me ha gustado. Una moraleja que invita a pensar.
ResponderEliminarBesote guapa
Gracias Doc. Manuel
EliminarEs cierto.
Un abrazo, Montserrat
Siempre habrá algún avivato que quiera aprovecharse de la inocencia de los niños, en todas partes se cuecen habas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Rafael.
EliminarEs cierto y esta historieta es de principios de los años 70.
Te mando un abrazo, Montserrat
El que passa amb les llengües és que un món d'una sola, que prompte es diversificaria, seria un món com el de hui, molt entròpic, endogàmic i globalitzat, amb el que això té de perill i destrucció, malgrat que de l'altra manera o en l'altre extrem seria també un món ple de conflictes, jo crec que en el terme mig està la virtut Montserrat.
ResponderEliminarUna abraçada des de Russafa
Vicent
Hola Vicent.
EliminarEl xiquet del conte, va tindre el pensament com xiquet qu´era., pensant que el món seria més sencill amb una sola llengua o idioma.
Jo he sentit parlar del esperanto com a llegua universal.
Una abraçada, Montserrat
Un buén ejemplo el de Oriol.
ResponderEliminar¡Gracias!.
Feliz semana.
Un abraÇada
Gracias Juolina.
EliminarFeliz semana.
Un abrazo, Montserrat
Boniíssim, Muntanyola: Es la dona mes trabaladora de la xarxa. A més amés de ser la mes bona persona.
ResponderEliminarel saludomolt ocrdialment amiga.
Montserrat Sala:
EliminarHola tocaia, m´hes fet ben bé sortir els colors, amb les teves adulacions. No ni ha per tant!. Pero moltes gràcies
En Muntanyola si que va ser un bon humoirista, dibuixant i escriptor. Jo de petita amb el meu germá, retallavem els acudits de la vida es Broma del Diari de Barcelona, dibuixats per ell.
Molts petons, Montserrat
Hola Montserrat, treballadora es poc, fas unes entrades fantásticas.
ResponderEliminarA mi m'agraden el refrescos ara mateix m'preng una horxata valenciana ben fresqueta, vols una?.
Una forta abraçada.
Hola Pakiba:
EliminarMoltes gràcies.
Ai es molt bona l´horxata valenciana.
Petons, Montserrat
Oriol,el llanero solitario,se necesitan muchos,muy bueno Montserrat,una abraçada
ResponderEliminarHola Julio:
ResponderEliminarSi es cierto hacen falta gente solidaria y más en los tienmpos que corren.
Una abraçada, Montserrat
Siempre nos muestras tus recuerdos que seguramente son parecidos a los nuestros con lo cual te conviertes en un saco de memoria, de tierna y afectuosa memoria en la que cualquiera de nuestra edad se puede sentir reconocido. Un beso desde los 40 grados de Granada
ResponderEliminarHola Antonio.
EliminarMuchas gracias.
Aquí en Valencia también hace mucho calor.
Un abrazo, Montserrat
¡¡Pues me ha encantado todo!! Eres una caja de sorpresas, querida Monserrat. Un beso grande y perdona ...¡estoy liada con un curso de 490 horas!! jaja. Para mi trabajo del próximo año...me vendrá bien. Besitooooo
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