
JOSEP MARIA FOLCH I TORRES- FOTO ESCANEADA DEL LIBRO QUE TENGO EN CASA-JOSEP MARIA FOLCH I TORRES, CUYO AUTOR ES JOSEP MIRACLE- CLICANDO AGRANDARÉIS LA IMAGEN
BONES TARDES:
Avui poso una Historieta Exemplar de en Josep Maria Folch i Torres.
La tradueixo en castellá, a dalt engrandin les imatges la podeu llegir en catalá, es diu COM QUAN ERA PETIT
BUENAS TARDES:
Hoy pongo una Historieta Ejemplar de JOSEP MARIA FOLCH I TORRES, la traduzco al castellano, se llama:
COMO CUANDO ERA PEQUEÑO
Hace mal de expresar, el tipo de sentimientos que llenaban el alma de aquel honrado herrero.
Tan feliz que dentro de su sencillez había sido hasta entonces, desde hacía algún tiempo se había vuelto arisco y malhumorado.
Y esto que solo tenía motivos para estar satisfecho.
Su mujer era un ángel de bondad, que solo vivía para complacerlo; y su hijo Miguel, era tan aplicado, y eran tan grandes los progresos que hacía, que el maestro aconsejó que no lo pusieran a la herrería de aprendiz, como su padre quería, sino que le hicieran seguir los estudios, pues era seguro que Miguel acabaría siendo un hombre de valía.
El herrero, se sentía muy orgulloso del concepto que el maestro tenía de su hijo, pero en el fondo de su alma, no acogía del todo aquel plan del maestro:
-Herrero, soy yo, herrero fue mi padre y mi abuelo y no nos podemos quejar del oficio. La herrería ha sido nuestra cuna, y los golpes de las herramientas, han sido las canciones nuestra infancia.
Si es cierto-le respondía su mujer-pero cuando el señor maestro nos da este consejo...
_El señor maestro lo hace con buena voluntad, pero el no sabe nada del amor por el oficio, ni del respeto por el mismo de nuestros padres y abuelos. no se porque tiene que salir sabio Miguel. Yo no se escribir y siempre he sido feliz, mientras que desde que el chico es tan letrado, yo veo que ahora no nos quiere tanto, hasta pienso que con tal de no ensuciarse las manos o la ropa, pasa deprisa y corriendo por la herrería.
-Nuestro hijo, esposo mío, es amoroso y discreto. seguro que si pasa deprisa por la herrería, cuando llega de estudiar, no es por lo que tu dices, sino por el miedo a estobarte. en tu trabajo.
-Quizá si. Pero no se que me pasa, cuando pienso que el sabe tanto y yo tan poco...Sabes, tengo miedo que me tenga por nada, que me desprecie, que no me quiera tanto como antes.
Cuando era pequeño, se me subia en el regazo, sin miedo a ensuciarse las piernas con mi delantal de cuero enegrecido, y me besaba la cara, aunque saliese con las mejillitas enmascaradas por mi rostro enegrecido y sudado.
-Esto porque era pequeño. ahora ya es un hombrecito.
-Esto es lo que me da miedo, cuando lo veo tan estiradito y tan espigado. Ya veo que debe de tener miedo que yo no lo entienda...
-No es esto hombre..
.
-Quizás no, pero me temo que se aburra con mi oficio, que tambien fue el de sus abuelos...
Y el honrado herrero sentía que su corazón se le rompía por aquella separación espiritual que existía entre el y su hijo.
Por su parte, Miguel, siendo muy jovencito para comprender lo que pasaba por el corazón de su padre, lo presentía. quizás por la actitud especial con que su padre recibía sus buenas notas.
Si alguna duda le quedaba, se le esfumó, cuando su madre le contó lo que le atormentaba a su padre y le comunicó que fuera muy afectuoso con él.
-Prefiero que mi padre sea feliz y esté contento que todo mi porvenir, respondió Miguel-.-Si al padre, le complace que sea herrero, seré herrero y también feliz.
-No es necesario este gran sacrificio hijo mío, mientras el vea que lo quieres y lo respetas, a pesar de su falta de estudios..
Miguel empezó aquel día un bello trabajo caligráfico, para ofrecérselo a su padre el día de su Santo.
Era un trabajo difícil y primoroso, ejecutado encima de una fina cartulina, que ocupó grandes veladas a Miguel.
Llegada la fiesta, bajó muy feliz al taller de su padre y le mostrá satisfecho la bella cartulina.
-Mire padre, esto es para demostrarle en este día lo mucho que lo quiero y respeto.
El herrero con los ojos llenos de lágrimas y cogiendo con las puntas de los desdos la bella lámina exclamó:
-¡Sabes mucho Miguel! yo no se de donde sacas tanta habilidad y tanta sabiduría.
-Cuesta más trabajar el hierro, y Ud. lo hace con admirable habilidad.
-¿Me lo dices por contentarme?
-No, padre.Su noble oficio no tiene nada que envidiar a la más sabia carrera.
El herrero quitó una mano de la cartulina para enjuagarse las lágrimas y se quedó helado al ver que había marcado con sus dedos, dos manchas negras en el margen blanco de la cartulina.
-¿Ves para que sirve mi oficio?. Para ensuciar las cosas delicadas...
-No pasa nada padre-respondió enseguida Miguel.
-¡Cómo que no pasa nada! no se como vamos a mostrar ahora, esto que has hecho tan bonito con estas manchas.
-Mira, mejor que mejor. así cuando de aquí unos años sus nietos contemplen este cuadro, yo les podré decir: Veis estos adornos son míos y estas huellas están imprimidas por los dedos trabajadores de vuestro abuelo.
-¡Oh si hijo mío!-¿Verdad que no te dará vergüenza de haber tenido el padre herrero?
-Y a mucha honra, tanto que si Vd. quiere dejaré los estudios, para dedicarme a ayudarlo y a aprender el oficio.¿Me lo permite padre?
--¡Aún serías capaz de hacerlo!-exclamó el padre llorando de felicidad.-Tu estudia mucho, todo lo que puedas, que si mi cabeza no llega a comprenderte, mi corazón de padre sabrá quererte siempre.
Miguel abrazó fuertemente a su padre y lo besó afectuosamente.
-¡Veamos borrrego!-le dijo su padre mirándole a la cara.¡como cuando eras pequeño, como cuando eras pequeño!
Y llamando a su esposa con muchas prisas, como si le tuviera que comunicar una gran noticia, le dijo:
-¿Que no ves a nuestro Miguelito que cara más sucia? Ha querido besarme como cuando era pequeño, y mira lo que ha sacado! -JOSEP MARIA FOLCH I TORRES-
Desde Valencia con cariño-amb carinyo-Montserrat Llagostera Vilaró