BUENAS TARDES:
Aci vos poso, una historieta exemplar del que fou gran escriptor Josep Maria Folch i Torres, es diu LA MESTRA NOVA.
A dalt teniu el original escanejat del llibre que tinc a casa.
I ara posaré la traducció al castellá una mica resumida.
PA U I BE Desde Valencia, amb carinyo, Montserrat Llagostera Vilaró.
BUENAS TARDES:
Aquí os pongo una historieta ejemplar del que fue gran escritor José Maria Folch i Torres, se llama:
LA MAESTRA NUEVA
Era la caida de la tarde. La Teresa había quedado sola en el comedor, estava desvelada. Aprovechando su soledad escribió a su amiga la siguiente carta:
"Estimada Eulalia: Desde que estás fuera del pueblo para ir a esta pensión extranjera donde te encuentras, me siento muy sola, no hago más que vivir de recuerdos.
El tiempo en que estoy escribiéndote es el único que me proporciona veritable satisfacción, pues me parece que te estoy hablando y ya sabes los felices que éramos cuando hablábamos de nuestras cosas.
En la última carta te hablé de la triste muerte de nuestra venerable maestra, la Srta. Margarita y hoy me propongo hablarte de la nueva maestra y de lo que ha pasado con ella.
Llegó hace unos quince días. Es relativamente joven, mucho más joven que la Srta. Margarita.La cara de la nueva maestra es blanca y fina y muy simpática.
Puede ser que esta simpatía nazca de la tristeza que desprende de sus bellos ojos negros; una tristeza dulce y miedosa como si tuviera miedo de estar triste. Se llama Maria y le cae muy bien este precioso nombre, pues cuando s queda en clase sola, como si su pensamiento estuviera muy lejos de nosotros, parece la Madre de Dios.
Tan pocos dias que está con nosotras y ya la queremos mucho.
El otro día que me quedé sola con ella, me miro con sus bellos ojos tristes y me preguntó cuántos años tenía y me dijo suspirando:
-Los mismos de mi Mariona.
-Ah ¿Pero Ud. tiene una hija?-le pregunté.
-Si tengo una hija de tu edad y se te parece mucho. Solamente que ella está más delgada y más blanca.
Yo le pregunté como es que no la había traido al pueblo con ella, y sus ojos se llenaron de lágrimas y con voz temblorosa, me dijo que mi Mariona estaba muy enferma y que estaba en un Sanatorio de Suiza, por prescripción médica, donde le curarían su enfermedad.
Comprendí que la pobrecita era tísica.
Yo miré de darle esperanza y consuelo, diciéndole que cuando se pusiera buena y viniera, jugaríamos y serámos buenas amigas.
Ella entonces me besó muy fuerte, tan fuerte que parecía que sus labios se hundiesen en mi mejilla.
Desde aquel día terminada la clase, la acompaño a su casa y me estoy todo el tiempo que puedo.
No se que me pasa que desde que la Srta. Maria me tiene tantas preferencias, me parece que vuelvo a tener madre. mi tia también está muy contenta con el afecto que me tiene la maestra y permite que me quede muchos días a cenar con ella...¡Está tan sola y triste!
Antes de ayer cuando llegó a clase estaba más pálida que nunca y sus ojos estaban tan enrojecidos que adivinamos que habíia llorado mucho.
En clase reinó un gran silencio, y no hubo que reñir a nadie. Dos o tres veces observamos que sus labios temblaban y que hacía grandes esfuerzos para no llorar.
Todas estábamos conmovidas.
Llegó la hora del dictado. ella suspiró y sacándose una carta del pecho, nos dijo, conteniéndose las lágrimas:
-Hijas mías, hoy os dictaré una carta que he recibido.
La Srta. María empezó a dictar:
"Estimada mamá mía: Cuando reciba esta carta, yo, seguramente ya no estaré en este mundo..
No llore mamá. nuestro Señor lo ha querido así.
Esta mañana he recibido la Sagrada Comunión y Jesús ha venido a mí, y como si fuera un milagro he sentido ganas de volar con el, y he tenido la clarividencia de que este es el último día de sufrimiento. no llore mamá, que yo me siento con suerte, y para ser feliz del todo sólo querria tenerla a mi lado, si el viaje no fuera tan largo. La muerte en vez de dañarme se que me llvará al Cielo...
Estoy muy cansada y he tenido que insistir mucho parfa que el médico me diera permiso para escribirla.
El es muy buen médico y se esfuerza por engañarme, diciéndome que no me moriré,pero yo veo que mi pecho ya no sabe respirar...Un buen abrazo mamá...y estoy muy cansada...y hasta el Cielo. Su hija Mariona."
A medida que nos iba dictando las alumnas sollozábamos.
La maestra tenía la cabeza agachada y el pañuelo en los ojos.
Hacia una lástima, la maestra nueva, buena como una Santa, llorando de aquella manera.
No sé si lo que te escribo te conmoverá mucho, pero estoy segura de que si hubieras estado en nuestra clase, tambien habrias llorado a lágrima viva viendo de la manera que lloraba nuestra maestra.
Yo no pudiendo aguantarme, me fui a la tarima y abracé a la maestra fuertemente, besándola tanto co mo pude, le dije:
-Quizá no se morirá; quizá ella cree estar más enferma.
Entonces ella me dió la carta, y me pidió que leyera la post-data que el médico del Sanatorio le había puesto:
"Distinguida señora, su hija no se equivocaba cuando presentía que no pasaría de hoy.
Ella adivinó lo que la ciencia no podía determinar. De otra manera la habríamos avisado a Vd. antes de morir. La Mariona ha muerto sonriendo, con los ojos clavados al Cielo y murmurando estas palabras:"Jesús mío acógeme y enviad a mi mamá el angel del Consuelo".
Después con las manos en el pecho a exhalada su último suspiro..."
No pude terminar mis ojos ya no veian de húmedos. La volví a abrazar como aquel día que me dijo que me parecía a su hija Mariona.
Yo le he pedido que me deje ir a vivir con ella, cmo me había rogado y mi tía ha accedido.
Ara nos pasamos horas llorando; pero así y todo, a ella le parece que aún tiene una hija, y a mí que vuelvo a tener madre.
Ya te escribiré otro día. Adiós querida Eulalia. Siempre tuya. Teresa
-JOSEP MARIA FOLCH I TORRES-
PAZ Y BIEN.
Desde Valencia, con cariño, Montserrat Llagostera Vilaró